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¿ARENA le tiene miedo a “La Puerta del Diablo”?



En 1980, el Mayor Roberto d'Aubuisson, fundó el partido ARENA y también fundó los “Escuadrones de la Muerte” que causaron muchas muertes entre los salvadoreños y ahora parece, que los diputados de ARENA, le tienen miedo a la “Puerta del Diablo” por los pecados que han cometido y quieren evitar el infierno, poniéndole “Puerta del Cielo”.

La Puerta del Diablo es un sitio turístico ubicado en el municipio de Panchimalco, donde se encuentra también el Parque Balboa o los Planes de Renderos, que incluye “El Mirador”, lugares turísticos que son visitados por Nacionales y extranjeros. En “La Puerta del Diablo”, su principal atractivo es la grieta formada por dos peñascos enclavados sobre el cerro El Chulo.

«La puerta del diablo» es el título de una novela publicada el 24 de mayo de 2015, escrita por Mirna Castañeda, que hace referencia a hechos históricos y mitológicos en torno a las leyendas del lugar.

Cuentan que, en tiempos de la colonia, la primogénita de los propietarios de los terrenos conocidos también como Planes de Renderos, al centro de la capital de San Salvador, era cortejada por el mismísimo espíritu del mal.

Enterados de esos amoríos, el padre y sus familiares decidieron una noche cazarle la pelea al príncipe de los ángeles rebelados contra Dios y arrojados por él al abismo, según la tradición judeocristiana.


En la huida, y casi al ser atrapado por sus perseguidores, el indeseable pretendiente rompió un peñasco al que luego se le empezó a llamar “La Puerta del Diablo” por la curiosa forma de arco que aparentan las dos elevadas rocas que la conforman.

La mitología alrededor de esa nomenclatura recoge otra historia sobre el supuesto Renderos y su prole: Se asegura que el sujeto llegó al lugar mucho antes de esos sucesos, acompañado de su hija veinteañera y de varias semillas de naranjo para sembrar.

 Pero la moza se enamoró de un indio y hasta pretendió casarse con él, a pesar de las objeciones de los indígenas que poblaban la zona, quienes aludían al asecho del demonio, alentado por la belleza de la joven. La pareja desatendió los consejos de los ancianos y una noche, de manera inesperada, llegó el príncipe de los infiernos y la raptó por la fuerza.

 A pesar de la lucha librada por el novio para evitar el secuestro de su prometida, se impuso la fuerza del Diablo, quien logró darle muerte. Enterado de lo que acontecía, el padre de la joven-Renderos- se encaminó al sitio en mitad de la madrugada y sólo encontró al Diablo convertido en toro.

 Haciendo uso de sus mañas, el demonio arrastró hasta unas rocas gigantes al padre de la joven objeto de sus pasiones y terminó lanzándolo hacia el abismo. Han transcurrido varios siglos, en los cuales se ha seguido alimentando esta leyenda que atrae a una gran cantidad de turistas, quienes visitan el escenario donde, se dice, venció el Diablo.

Su verdadero nombre es poco conocido se llama el cerro ¨El Chulo¨ mejor conocido como “La Puerta del Diablo”, ubicado a un kilómetro al sur del Parque Balboa en el municipio de Panchimalco. El topónimo Chulo significa ¨Lugar del desertor¨ y el apelativo ¨Puerta del Diablo¨ algunos se lo atribuyen a Raúl Contreras.

Son tres formaciones pétreas de gran tamaño, conocidas por los lugareños como el chulo, el chulito y el chulón (la más grande), según datos de la historia estas fueron producto de los caprichos de la naturaleza, nos cuenta el historiador Jorge Lardé y Larín, que allá por el 8 de octubre de 1762 una fuerte tormenta esculpió estas imponentes rocas, liberándolas del cerro homogéneo que antes era.

Es tan generoso el paisaje que desde ahí se puede divisar el lago de Ilopango, el cerro de las pavas de Cojutepeque, el volcán Chinchontepec de San Vicente, y en primer plano la villa de Panchimalco un pueblo de origen indígena con su iglesia declarada patrimonio cultural dedicada a Santa Cruz de la Roma, fue construida en 1543 y reconstruida en 1736. Acá se celebra el festival de las Flores primer domingo de mayo.  Y como si eso no fuera suficiente al atardecer se puede apreciar claramente un inmenso espejo de agua color carmesí que proviene del litoral en el Océano Pacífico.
Desde “la Puerta del Diablo” el poeta  salvadoreño Alfredo Espino dijo en su poema  “Ascensión”:

“¡Dos alas!... ¿Quién tuviera dos alas para el vuelo?

Esta tarde, en la cumbre, casi las he tenido.
Desde aquí veo el mar, tan azul, tan dormido,
que si no fuera un mar, ¡Bien sería otro cielo!.."

Recientemente, un grupo de fanáticos religiosos quieren cambiarle el nombre a “La puerta del Diablo” y el fanatismo los hace creer  que debe ponérsele “La Puerta de Jesús” y ahora, una diputada de ARENA “fulana de tal” pide a la Asamblea , que se le cambie el nombre de “Puerta del Diablo, por Puerta del  Cielo” .

de Acuerdo a la Secretaria de la Cultura, el  nombre de “La Puerta del Diablo” no se puede cambiar  “Con base en el artículo 44 de la Ley Especial de Protección al Patrimonio Cultural de El Salvador (LEPPCES), la moción de modificar el nombre Puerta del Diablo no procede por tratarse de un nombre histórico y por tanto posee protección.

“El  cambio de nombre va en contra de los establecido en los incisos 2, 4 y 5  del referido artículo de la LEPPCES, que cita: “Queda terminantemente prohibido cambiar los nombres de lugares autóctonos con los cuales son conocidos los bienes culturales , las poblaciones, lugares históricos, áreas, zonas o sitios culturales de El Salvador, parajes turísticos, calles, avenidas o carreteras, monumentos, plazas, jardines, ríos, lagos, volcanes, cerros, o cualquier otro lugar o espacio geográfico del territorio nacional. Igual protección es extensiva a nombres históricos y culturales”.


Lástima, los diputados de ARENA, no fueron a la Escuela publica, sólo asistieron a la “escuela de  Las américa”. 

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