Por René Hurtado
El papa Francisco ha aprobado una reforma sobre la nulidad
matrimonial que pone fin a un procedimiento de hace trescientos años, con la
introducción de un “proceso breve” y “gratuito” para poder conseguirla.
“¡Cuánta gente espera durante años una sentencia!” o “tiene
que viajar kilómetros” y “perder tiempo o días de trabajo”, lamentaba el
pontífice argentino sobre el largo y complicado procedimiento judicial para
conseguir la nulidad matrimonial.
Por ello y tras crear una comisión de expertos, hoy se
publicaron los dos “motu proprio” (documentos vaticanos), llamados “Mitis Iudex
Dominus Iesus” y “Mitis et misericors Iesus”, con los que Francisco ha
reformado el proceso de nulidad matrimonial en el código de derecho canónico y
en el código de los cánones de las Iglesias orientales y que entrarán en vigor
el próximo 8 de diciembre.
Una respuesta, apunta el papa en sus documentos, para “los
fieles que se alejan ante las estructuras jurídicas de la Iglesia a causa de
las distancias física o moral”.
Una de las grandes novedades que introduce el papa es la de
la institución de un “proceso breve” para conseguir la nulidad con la condición
de que los dos cónyuges estén de acuerdo y que las condiciones para ello sean
evidentes.
En estos casos, la reforma de Francisco da la potestad al
obispo de la diócesis de pertenencia de la pareja o de donde se casaron para
que se encargue de juzgar “los casos de nulidad más evidentes”, o que nombre un
juez único bajo responsabilidad del obispo.
En los procesos ordinarios, como hasta ahora, los casos serán
estudiados por un tribunal formado por tres jueces, cuyo presidente debe ser un
religioso, mientras que los otros dos pueden ser laicos.
El plazo para la primera audiencia, que puede ser también la
última si las dos partes están de acuerdo, será de 30 días desde el momento en
el que se presente la petición y se podrán requerir otros 15 días más en el
caso de que falte algún documento.
Entre los argumentos para un proceso matrimonial más breve,
la nueva ley enumera: la falta de fe que puede generar la simulación del
consenso, la brevedad de la convivencia conyugal, el aborto para impedir la
procreación, la continuada permanencia de una relación extra conyugal, ocultar
la esterilidad o una grave enfermedad contagiosa, ocultar tener hijos nacidos
en una anterior relación, de haber estado encarcelado, violencia física para
obtener el consentimiento del matrimonio, un embarazo imprevisto antes de
casarse o no estar en uso de facultades mentales.
Pero además para acelerar la sentencia otra de las novedades
más importantes es la introducción de una sola sentencia a favor de la nulidad
ejecutiva, “y que no sea necesario una doble decisión a favor de la nulidad del
matrimonio”.
Hasta ahora, el Derecho Canónico exigía que cada causa fuese
analizada por dos tribunales en instancias sucesivas, por lo que tras terminar
una primera fase, un tribunal inmediatamente superior tenía que confirmar la de
primera instancia para que la sentencia pudiese ser considerada en firme.
Francisco explica que un juicio breve puede “poner en riesgo
el principio del que el matrimonio es indisoluble” y por tanto se ha
introducido la posibilidad de “apelación” pero directamente a la sede
metropolitana.
También existirá la posibilidad de, si se desea, realizar el
recurso de apelación a la sede apostólica, es decir al llamado Tribunal de la
Rota Romana. Otro de los puntos principales de la reforma de Francisco es el
tema de la “gratuidad” de los procesos, ante las denuncias que el mismo
pontífice citó de quien pedía dinero para que se obtuviese la nulidad.
El papa insta a que, excepción hecha de la justa y digna
retribución de los empleados de los tribunales, “se garantice que el
procedimiento sea gratuito”. Las diócesis tendrán que hacerse cargo de los
gastos y pueden aceptar donativos, pero el procedimiento para los cónyuges
“debe ser gratuito”.
Papa Francisco concede el perdón a mujeres que han abortado
El papa Francisco permitirá a todos los sacerdotes perdonar
formalmente a las mujeres que hayan abortado y pidan su absolución durante el
próximo Jubileo de la Misericordia, en el último paso dado por el pontífice
argentino hacia una Iglesia Católica más abierta e integradora.
Según la fe católica, el aborto es un pecado tan grave que
quienes lo facilitan o realizan incurren en la excomunión automática.
Pero desde el próximo 8 de diciembre al 26 de noviembre de
2016, durante un extraordinario Año Santo de Jubileo sobre el tema de la piedad
anunciado por el papa Francisco en marzo, todos los sacerdotes podrán hacerlo,
dijo el pontífice en una carta publicada el martes por el Vaticano.
En la carta, el papa Francisco describió el “sufrimiento
existencial y moral” enfrentado por las mujeres que han puesto fin a sus
embarazos y dijo que había “conocido a tantas mujeres que “cargan en su corazón
la cicatriz de esa decisión agonizante y dolorosa”.
Dijo que no se puede negar el perdón de Dios a quienes se
arrepienten y por eso da a los sacerdotes la decisión discrecional de absolver
ese pecado en el Año Santo de la Misericordia.
“He decidido conceder
a todos los sacerdotes para el Año Jubilar, no obstante cualquier cuestión
contraria, la facultad de absolver del pecado del aborto a quienes lo han
practicado y arrepentidos de corazón piden por ello perdón”, escribió el papa
Francisco.
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